domingo, 16 de diciembre de 2012

UN EJEMPLO QUE DEBERIAN SEGUIR MUCHOS CLUBES...

Cómo funciona la fábrica de campeones:

 

 

Se repiten los elogios al funcionamiento y trabajo de las divisiones inferiores de Vélez. Sin embargo, ese proyecto vigoroso viene desde más abajo: el fútbol infantil. Esa fábrica que transforma promesas en realidades arranca con pibes de 9 ó 10 años. El 95% de los jugadores que llegan a la Primera de Vélez empieza en las categorías infantiles, el paso previo a las inferiores. Basta hacer un repaso de nombres: Jonás Gutiérrez, Mauro Zárate, Facundo Coria, Marcelo Bravo. Leandro Gracián. Damián Escudero. Jonathan Cristaldo, Fernando Tobio, Marco Torsiglieri, Nicolás Otamendi, Iván Bella, Lucas Romero, por citar algunos.

“En Vélez no se mira el árbol sino el bosque. Se trabaja a futuro y la apuesta es desde la base, apuntando al largo plazo. Los directivos no se enloquecen mirando los resultados o las tablas de posiciones; el objetivo es que el chico que empieza en infantiles llegué bien formado a la Primera y cumpliendo todas las etapas”, resalta Eduardo Pino Hernández, entrenador de juveniles con amplia experiencia y actual Coordinador del fútbol infantil de Vélez. Con dos décadas desarrollando su función -fue técnico desde 4ª a 9ª- Hernández resume que “el fútbol infantil es la Primaria: las inferiores la Secundaria y la Primera la Facultad”.

¿Cómo llegan estos chicos a Vélez? Varios van a probarse por su cuenta, otros son captados de clubes de baby ya que hay observadores.

“La ventaja cuando empiezan en infantiles es que logran una identificación total con el club, manteniendo la misma línea de juego. Esto no es mérito de una sola persona sino de un grupo de directivos, coordinadores, técnicos, preparadores físicos y auxiliares ”, dice Hernández.
Vélez tiene planteles de cerca de 70 jugadores en categorías infantiles; los divide en dos planteles para competir en los torneos de AFA y en la Liga Metropolitana. La prioridad apunta a construir jugadores para la Primera, pero igual vueltas olímpicas se repiten. Por ejemplo, en la temporada que acaba de finalizar los infantiles de Vélez ganaron cinco torneos: las categorías 1997-98-99, 2001-02 y 03.
Apostamos al talento, a la capacidad técnica, a las buenas condiciones. No nos fijamos si vienen chicos sin gran envergadura física, esperamos a que crezcan” , afirma Hernández. Y recuerda el caso de Ricky Alvarez. quien hizo infantiles en Boca Juniors y quedó libre porque era muy flaco; fue el propio Pino quien lo tenía visto del baby de Caballito Juniors, el gestor de su incorporación. Así el actual volante ofensivo del Inter recibió el último golpe de horno. reforzó su físico, y se convirtió en profesional.

Fuente: www.clarin.com