El objetivo de los programas que desarrollamos es ofrecer a los alumnos una ocasión de aprender y perfeccionar habilidades. Consideramos este aspecto muy importante por tres motivos:
1. Si queremos que obtenga un éxito, debemos darle las herramientas necesarias para conseguirlo. El fútbol está compuesto de muchas subtareas que completadas forman un todo y que se consideran fundamentales para poder llegar al final. Por tanto, consideramos que
“ser un profesor eficiente es una característica importante de un buen entrenador”
El profesor es una persona clave para proporcionar la oportunidad de aprender estas destrezas fundamentales.
2. Tanto la investigación que realizamos como en nuestra experiencia en el campo nos indica que una de las razones por la que los jóvenes deportistas abandonan el fútbol es porque no aprenden nada o porque no experimentan mejoras satisfactorias en sus propias habilidades. Por este motivo, una de las principales misiones está en enfocar nuestro trabajo para que mantengan su ilusión por mejorar y poder llegar lo más lejos posible dentro de sus posibilidades.
3. Un profesor debe esforzarse por ser un buen educador.
“históricamente, los mejores entrenadores en todos los niveles de competición han sido también buenos educadores”.
Enseñar habilidades fundamentales es una labor muy importante. Eso significa que como entrenador se espera que seas un maestro. La forma más o menos acertada de cumplir esta función determinará tu nivel de éxito como entrenador.
La directrices que te presentamos te ayudarán a definir y a llevar a término tu papel como educador.
Dar instrucciones
Uno de los elementos esenciales para un aprendizaje está en saber qué hay que hacer. Los deportistas jóvenes quieren saber qué hay que hacer para realizar un gesto técnico correctamente. Proporcionar esta información es la base para dar instrucciones. Las instrucciones eficaces son aquellas que indican al jugador, de una manera bien clara, qué ha de hacer y cómo lo ha de hacer.
Dar instrucciones de esta manera incrementará la posibilidad que tus jugadores aprendan lo que necesitan saber para tener éxito.
Has de captar la atención de tus deportistas
No importa la calidad de tus instrucciones si no consigues que tus jugadores presten atención a lo que dices o haces. Has de estar seguro que todos los jugadores dedican toda su atención a lo que les estás diciendo o enseñando. Hay diversas formas para
• asegurarte de que esto es así: asegúrate de que te pueden ver. Compruébalo antes de empezar a hablar o a realizar una demostración práctica.
• Asegúrate de que estén colocados de tal manera que hayas reducido al mínimo las distracciones que puede haber de otros lugares del campo. Colócalos de espalda a esa perturbación: otro grupo de entrenamiento, el sol de cara, etc.
Da a tus deportistas la información adecuada:
Ahora que has captado su atención, lo esencial es lo que les dices o muestras. En el damos una especial importancia a este punto.
• Queremos que los deportistas sepan el objetivo de tus instrucciones. Deben saber claramente qué es lo que quieren. Explica la idea de lo que quieres conseguir con el ejercicio que van a realizar. Las instrucciones eficaces aclaran al deportista lo que debe hacer
• No les expliques muchas cosas a la vez. Este es uno de los problemas que nos encontramos. Se quiere dar demasiada información. Tus deportistas no lo recordarán todo y decidirán escoger parte de la información, la que les haya parecido más destacable. Los comentarios deben ser sencillos y puntuales.
• Destaca lo que se debería hacer . Cuando das instrucciones, no solo es importante la cantidad de cosas que dices sino también qué es eso que dices. Evalúa tus enseñanzas haciéndote la siguiente pregunta: ¿mis instrucciones han dejado claro lo que tiene que hacer mis jugadores? No presupongas que pueden imaginárselo por su cuenta.
Este punto es básico especialmente cuando enseñamos una nueva técnica o trabajas en programas de iniciación. Los teóricos del conocimiento están de acuerdo en que el primer paso en el aprendizaje de una nueva habilidad es intentar adquirir la idea de lo que habría que hacer para ejecutar con éxito la habilidad. Las instrucciones que das deben llevar suficiente información para que los deportistas puedan, una vez entendida, practicarla hasta llegar a perfeccionarla.
• Reduce la información utilizando siempre que puedas “imágenes” o analogías de la habilidad: pasa la pierna como un bate de béisbol…Con una imagen como esta, has presentado una cantidad mínima de información y has ayudado a los jugadores a adquirir la idea de lo que quieres que llegue a realizar.
Normas para dar instrucciones
Utiliza demostraciones eficaces.
Una de las formas más comunes de demostrar cómo desarrollar una habilidad es hacer una demostración práctica de esa habilidad. Aunque esta demostración pueda parecer fácil, hay algunas reglas importantes que se deben seguir :
• asegúrate que todos pueden verlo, que quede a la vista de todos. Planifícate tus demostraciones para que sepas dónde debes comenzar y donde debes terminar. Puede ser que empieces de cara y termines lejos de ellos. No te oyen y no te ven.
• Explica a tus jugadores qué han de buscar en tu demostración antes de hacerla. Esto es especialmente importante cuando haces la demostración de habilidad entera y quieres que se centren en una parte. Dándoles estas indicaciones antes, centras su atención en ese momento que quieres destacar.
• Demuestra la habilidad correctamente. La calidad del modelo que das será la que tus deportistas podrán llegar a obtener. Para los iniciados el objetivo es que sea correcta ya que se trata de que cojan la idea de aquello que deberían hacer. Recuerda que cuando tu haces la demostración, tus jugadores tratarán de imitar exactamente tus movimientos, lo que acabas de hacer. Si no eres capaz de realizar con calidad el movimiento que debes enseñar, intenta que alguien lo haga por ti ya que necesitan el modelo. Los vídeos son también un medio útil para proporcionar una demostración correcta de una habilidad.
Dirigir las prácticas
Dar instrucciones es una parte del proceso de enseñanza. Proporcionar las mejores instrucciones posibles no es garantía de que tus jugadores aprendan a utilizar una habilidad con éxito. Pensamos que dominar una técnica no está en conocerla sino en aplicarla, ejecutarla correctamente. Por este motivo, las instrucciones han de ir seguidas de una cantidad suficiente de práctica que han de realizar los propios deportistas.
De todos modos, el éxito del aprendizaje no esta en la mera práctica de ejercicios que llevan a dominar estas habilidades. Es la práctica correcta la que origina cambios deseables. El profesor tienen un papel esencial en este momento. Es el responsable de dirigir estas actividades. No les podemos defraudar.
Te proporcionamos algunas pautas que te ayudarán a dirigir a tus deportistas a la práctica correcta :
• Proporciona suficiente tiempo para la práctica: La clave para ayudar a tus deportistas a aprender habilidades está en proporcionarles la cantidad de tiempo suficiente para poder practicarla. Asegúrate de que les das tiempo suficiente para practicar aquello que les enseñas. La repetición es una herramienta muy poderosa en el aprendizaje de las habilidades deportivas. Esta es la razón por la que estimulamos a los jugadores a que repitan una y otra vez cada ejercicio. Se prudente en las repeticiones. Hay un punto en el cual, una repetición excesiva en un espacio de tiempo corto puede ser perjudicial para el aprendizaje. La razón es que deben disfrutar de lo que hacen, cuando se aburren pierden la motivación para repetir y no aprenden. Es mejor que esta repetición se distribuya en distintas sesiones o en distintos días para que esto no ocurra. De ahí la importancia que damos a la preparación de una buena programación en la enseñanza de la técnica.
• Practica las habilidades o ejercicios complejos por partes . Conforme el nivel del jugador es más elevado, los ejercicios son también más complejos. Por ejemplo, un regate complejo puede descomponerse en partes. Primero se le enseña el movimiento del cuerpo sin balón, luego el cambio repentino de la dirección de la pelota y por último el movimiento que deben realizar los pies.
Cuando se enseña un movimiento muy complejo es bueno practicarlo antes por partes antes de hacerlo todo de golpe. Sin embargo, es bueno no separar algunas partes que deben ir siempre unidas por naturaleza ya que podríamos inculcarles un vicio perjudicial para su aprendizaje.
Existe otro peligro en el entrenamiento por partes y está en que pierdan la idea de lo que les quieres enseñar. Por este motivo, dales el modelo completo para que sepan a dónde deben llegar. Después, descuartiza el movimiento para que puedan asimilarlo con más facilidad.
• En tus entrenamientos, utiliza situaciones reales de juego. Una vez asimilado el movimiento , tienes que dar un paso más intentando que lo practique en una situación real de juego ya que es esto lo que le va a servir de verdadero entrenamiento. Hay que crear situaciones que imiten condiciones de juego: oposición de un contrario, por ejemplo. Este tipo de entrenamiento no ha de sustituirse sino complementarse a otros.
• En los entrenamientos conviene utilizar ayudas pedagógicas. Los aparatos diseñados para la mejora de una técnica son útiles para enfocar la atención en partes específicas de la técnica. Las máquinas consiguen un importante incrementos de la repetición ya que se dominan todas las variables y el jugador se centra en la mejora del gesto técnico sin preocuparse de lo demás. Por ejemplo, la máquina lanzabalones ayuda al jugador a mejorar su tiro de volea ya que puede golpear muchas veces el balón conociendo previamente la trayectoria que va a realizar. No hay que esperar a que se produzca la situación para practicarla sino que la provocas constantemente. El avance con máquinas de entrenamiento es considerable.
DESPUES DEL ENTRENAMIENTO, DA TODAS LAS INSTRUCCIONES QUE CONSIDERES OPORTUNAS.
Una vez ha realizado el movimiento o ejercicio, el entrenador da instrucciones sobre lo que acaba de hacer. Estas instrucciones dan una información muy importante al deportista sobre lo que ha de hacer la próxima vez para mejorar su situación. De esta forma, el ciclo empieza otra vez. Estas indicaciones son esenciales para una enseñanza eficaz.
• Cuando un deportista está practicando un ejercicio, dale instrucciones de ayuda (feedback). El jugador estará más motivado además de estar informado inmediatamente de los resultados de su ejecución.
• Es importante que no le demos demasiada información tras realizar un ejercicio. El suficiente para que pueda asimilarlo y para no romper el ritmo de su trabajo en campo. Cuando es un principiante, los errores son más numerosos y entonces el educador tienen la tentación de corregir cada vez que falla. Se trata de escoger los momentos más adecuados. Para eso hay que tener muy claro los objetivos de lo que pretendo enseñar y apuntar a lo más esencial para no perder tiempo en lo accidental.
• La corrección debe ser siempre en tono positivo aunque corrija. Si no pone el pie de apoyo bien un jugador, le corregimos felicitándole por el tiro pero corrigiéndole la posición del pie de apoyo. Que se dé cuenta de que su esfuerzo está teniendo parte de éxito pero que todavía puede mejorarlo.
En definitiva, enseñar a deportistas jóvenes los fundamentos del fútbol es una labor muy importante del educador y debe hacerse procurando tener una gran preparación pedagógica.
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