lunes, 23 de agosto de 2010
Como trabajar el Futbol Base
Estaremos todos de acuerdo en que las etapas de iniciación son las etapas más importantes en el desarrollo de un futbolista, será este período el que marcará el porvenir de los futuros futbolistas, período en el que se formarán como jugadores y descubrirán realmente si de verdad valen o no para esto.
Se suele decir, y no desacertadamente, que cuando un jugador sale de la etapa de juveniles lo que no ha aprendido ya...ya no lo aprenderá, aunque yo, personalmente, no estoy del todo de acuerdo.
El futbolista siempre aprende, siempre sigue creciendo y adquiriendo nuevos hábitos, nuevas costumbres y nuevos conocimientos, aunque eso sí, su capacidad de desarrollo vendrá muy marcada por la base que lleve. El futbolista debe pasar por todas las etapas, desde la iniciación hasta el alto rendimiento, para adquirir realmente todo su potencial, ya que en cada etapa su cuerpo estará más preparado para trabajar unos aspectos que otros. Nunca podremos trabajar siempre lo mismo, y por supuesto, nunca podremos trabajar de la misma forma entrenando a un niño que a un adulto, siendo éste el principal error de muchos entrenadores.
Debemos pues establecer qué se debe trabajar en cada etapa y de qué manera. Saber qué podemos trabajar a cada edad y cómo debemos hacerlo nos ayudará a lograr nuestros objetivos y conseguir formar a verdaderos jugadores de fútbol, preparados para dar el salto de las categorías de fútbol base al fútbol profesional, o por lo menos, al amateur.
Intentar explicar ese proceso y las diferentes fases es el principal objetivo de este artículo que, si bien no pretende establecer una guía de trabajo (no soy quién para ello), intentará dar unas pautas básicas basadas en bibliografía especializada de autores reconocidos.
Es obligado también hablar del principal responsable de todo este proceso: el entrenador. Él contribuirá casi involuntariamente a definir los rasgos esenciales del carácter del niño, de sus principios y actitudes fundamentales. Además, sentará las bases de su comportamiento, que coincidirá con su progresiva comprensión del juego. Los descuidos y errores en esta época serán la causa de que en un futuro sea difícil e incluso imposible recuperar todo lo anterior.
(de 4 a 7 años):
Si bien es cierto que durante estas edades el niño debería, en mi opinión, practicar diferentes modalidades deportivas y juegos sin especializarse aún en ninguno, en caso de querer hacerlo en una edad tan temprana hay que tener en cuenta lo siguiente:
* El niño acaba de aprender las principales formas de movimiento, como correr, andar y saltar, y justo ahora empieza a ser capaz de coordinar movimientos como para lanzar y recibir móviles con las manos. Con los pies generalmente tendrá una dificultad añadida y como mucho será capaz de golpearlo con más o menos habilidad gracias a lo aprendido por pràctica habitual, pero no le pidamos mucho más.
* La fuerza y la habilidad son más bien escasas mientras que la velocidad, la resistencia y la movilidad están bastante desarrolladas.
* En cuánto a atención a consignas verbales hay que saber que no atiende a información verbal durante el juego si está participando (dásela al otro! a la banda! Corre! Tira!....).
* Las explicaciones han de ser demostradas, no entienden por conceptos.
En base a esto podríamos definir las tareas a realizar durante esta etapa como juegos bastante variados, de mucha movilidad (nada de hacer filas y esperar un turno...), sin preocuparnos por la duración del esfuerzo en cuánto a resistencia se refiere pero teniendo muy muy muy en cuenta que el niño se aburre pronto, hay que evitar juegos de duración larga, más de 5 o 10 minutos es excesivo.
(de 8 a 10 años)
* La velocidad, resistencia y habilidad van mejorando sensiblemente.
* La movilidad comienza a disminuir, no dejará de hacerlo durante todo su crecimiento y, por ello, debe trabajarse habitualmente.
Las sesiones se caracterizan por un gran dinamismo, mucha colaboración y cooperación, identificación de responsabilidades y posicionamiento táctico respecto al compañero. El apartado técnico se trabajará primero de forma analítica combinada con metología global hasta pasar al final de la fase a un trabajo técnico globalizado, con ejercicios que impliquen habilidades técnicas y de colaboración - oposición básicas.
(de 11 a 13 años)
* El niño comienza a querer que se le exija, tienen muchas ganas de crear y demostrar.
* Comienza a crearse estructuras de comprensión del juego. Que nos permite comenzar a profundizar en conceptos tácticos que asimilará casi involuntariamente y con gran facilidad.
* Podemos comenzar a trabajar con cargas de resistencias ligeras para la mejora de la potencia y la explosividad.
* Iniciamos el trabajo de resistencia aeróbica.
(de 14 a 15 años)
* Continuamos con mejoras técnicas y de habilidad compartiendo la parte principal de las sesiones con conceptos tácticos.
* En el apartado de condición física podemos empezar a utilizar cargas medias (50% 1RM) para mejorar la fuerza de salto, de golpeo y la velocidad de aceleración.
* Trabajo más específico de resistencia aeróbica.
* Comenzamos a trabajar resistencia anaeróbica Aláctica. Es decir, esfuerzos que vayan de 0 a 10 segundos para mejorar la potencia con trabajo de 95-100% y de 10 a 20 segundos para mejorar la capacidad con trabajos de 85-90%.
Las sesiones pueden ser más específicas, con mayor inclusión de conceptos tácticos y con más dificultad técnica y de coordinación. Tratatemos, como en todas las fases, de trabajar con metodología global o integrada. Evitamos descomponer demasiado las jugadas y comenzamos a trabajar con fases del juego más reales.
(de 16 a 18 años)
* El jugador debe acabar esta fase dominando todos los principios tácticos del juego tanto ofensiva como defensivamente (no los enumeraré, se pueden encontrar en cualquier documento de internet).
* Técnicamente debe ser capaz de llevar a cabo acciones técnicas complejas con la máxima intensidad. Esto quiere decir con la máxima presión y en el menor tiempo posible, con el menor número de toques.
* En el aspecto condicional podemos trabajar ya la resistencia anaeróbica láctica (esfuerzos de alta intensidad comprendidos entre 20segundos y 2.30 minutos, complementándola con trabajos de resistencia aláctica y aeróbica.
* El trabajo de automatismos y de transiciones defensa-ataque será básico en esta etapa. El jugador debe tener claro qué hacer con y sin balón en cualquier momento del juego, no debe tener lagunas tácticas.
* En esta fase la diferencia de edad es grande entre los de primer y último año, pero esto no impide que puedan trabajar por igual.
* En esta fase se empieza a trabajar específicamente con cada jugador según su posición en el campo. El trabajo por separado comienza a ser clave en el desarrollo final del jugador ya que no tiene las mismas necesidades un extremo que un medio centro, ni un central que un lateral?unos deberán trabajar más la parte de velocidad explosiva, otros la fuerza de salto, otros la resistencia anaérobica?dependiendo de su posición.
Las sesiones serán globales, con una duración de 1h y media y 2horas. Intentando siempre interrelacionar y trabajar conjuntamente el apartado físico, el técnico, el táctico y el mental.
Como conclusión, cabe destacar que cada uno es libre de trabajar como quiera en sus sesiones, pero lo más normal sería tener una planificación estructurada de como vamos a trabajar todos los contenidos que toca trabajar en esa temporada y en como los vamos a distribuir ya no solo a lo largo de los meses sino dentro de una misma semana en que orden los trabajaremos.
En fútbol base, a diferencia del alto rendimiento, no trabajaremos en base a la dificultad de los partidos, al menos no hasta juveniles donde empieza a ser importante la consecución de resultados competitivos. De manera que distribuiremos, o deberíamos distribuir, tanto las cargas físicas como los contenidos técnico tácticos de forma lógica y progresiva a lo largo de toda la temporada.
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